domingo, 30 de outubro de 2016

PERFILANDO EQUIPOS COOPERATIVOS

He escogido como aula de referencia para la formación de equipos a 2º ESO C. En esa clase imparto la asignatura de Lengua y Literatura Gallega.
En total son 27 alumnos que he agrupado en seis equipos de 4 integrantes y uno de 3; trataré de mantenerlos a lo largo de este trimestre y también parte del que entra -hasta el descanso de Carnavales, finales de febrero, grosso modo-.
Los equipos que he perfilado son heterogéneos y los he tratado de distribuir siguiendo la forma de espiga, intentando respetar los criterios de:
  1. Proximidad: los alumnos están lo suficiente cerca para interactuar entre ellos.
  2. Movilidad: el aula no es muy grande; sin embargo, al formar los equipos he comprobado que me resulta más fácil llegar a todos los alumnos.
  3. Visibilidad: es el criterio que más difícil me ha cumplir, ya que el aula cuenta con dos pizarras que están situadas una muy a la derecha -la de “vileda”- y otra en el centro -la digital-. Algunos alumnos se quejaban que el reflejo de la luz, procedente de las ventanas impedía ver claramente la pizarra de la derecha.
  4. Flexibilidad:  es importante que el cambio de colocación por equipos a parejas -distribución habitual- sea fácil y rápido. Evitaré molestar a mis compañeros.
La formación de equipos ha estado condicionado por los siguientes aspectos:
  1. Este curso es objeto de un agrupamiento flexible y también algunos alumnos están exentos de Lengua Francesa. Hay algunos compañeros interesados en aplicar el aprendizaje cooperativo en sus clases, por lo que intenté que, en caso de que no estuviesen todos los alumnos, los equipos resultantes fuesen, como mínimo, de tres integrantes.
  2. He intentado que los alumnos con más dificultades estuviesen en un lugar donde se pudiese acceder fácilmente y los más disruptivos que se encontrasen más aislados y con menos motivos de distracción. (Ambos tipos están simbolizados por el triángulo rojo).
  3. He procurado que los alumnos medios -círculo azul- pudiesen ejercer de mentores del alumnado con más dificultades o de compañeros de las estrellas amarillas -los que más capacitados están para desarrollar una tarea y también para ayudar a los restantes compañeros- de tal manera que no hubiese una gran diferencia a la hora de enfrentarse a cualquier actividad.
Soy consciente de que esta es sólo la primera parte. Me preocupa, sobre todo, ser capaz de crear un buen clima de trabajo y que todos se sientan corresponsables de los resultados; cultivar la cohesión -tanto a nivel de aula como de equipos- será, además, una tarea fundamental.





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